viernes, 22 de julio de 2016

CALENTURAS NOCTURNAS



La otra noche, en uno de esos letargos insomnes fruto de la calorina, mientras dejaba que la televisión hiciese el trabajo de las ovejas, tuve ocasión de ver una serie que, entre cabezada y cabezada, logró captar mi atención. 

Se trataba de un personaje, sumamente atractivo, que con tan solo una profunda mirada a los ojos lograba que la gente sacase a relucir sus más profundos secretos y deseos, o sus deseos secretos, sin la conjunción. El hecho de que el personaje fuese la personificación del diablo no deja de ser circunstancial.

La cuestión es que, seguramente producto de esos rigores calenturientos, me puse a divagar y se me ocurrió que quizá no fuese mala idea que importásemos un personaje similar para que interviniese en nuestra realidad nacional. Me explico; una persona que con esas capacidades y con patente de corso, se encargase de ir entrevistando uno a uno a todos nuestros insignes líderes políticos, logrando que cada uno de ellos reconociese y sacase a la luz sus más profundos deseos. Doy por supuesto, dado que son nuestros representantes, que esos deseos de nuestros líderes coinciden con los nuestros, con los de la mayoría de los españoles por ellos representados, y que pasan por conseguir que todos ellos luchen unidos por conseguir lo mejor para nuestro país, que busquen entre sus afinidades en lugar de mostrarnos tan solo sus diferencias, consiguiendo así, de forma inmediata, casi mágica, una investidura, un gobierno y unas ganas de trabajar que todos dicen tener, aunque sea con la boca pequeña.

Sería bueno, aunque fuese tan sólo una coalición satánica fruto de una calentura de verano.

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