Ya
está. Ya han pasado las elecciones. Se acabó el 26-J. Y como era de esperar,
les hemos dado prácticamente la misma respuesta que el 20-D. Porque no era que
nos hubiéramos equivocado al votar, como parece que nos han hecho creer,
culpabilizándonos de su inutilidad para desbloquear la situación. No, ni mucho
menos. Por eso el resultado está ahí. Más de lo mismo. Ahora salen diciéndonos
que nos tranquilicemos, que tengamos serenidad, que les dejemos pensar,
reflexionar, que van a montar mesas de pensantes que negocien, que no es
momento de precipitarse….
Señores
políticos electos, diputados, senadores, creemos que este pueblo ha demostrado
sobradamente toda la serenidad del mundo. Durante seis meses hemos soportado
como uno tras otro tiraban por la borda nuestro mensaje, nuestro mandato. No
creemos prudente por parte de ustedes que nos vengan ahora con nuevas
exigencias de serenidad. No creemos que sea momento de reflexionar, para eso
han tenido ustedes tiempo más que suficiente durante estos seis meses, en los
que no les ha dado la gana de hacerlo. En los que se han dedicado a marcarse
líneas rojas. En los que han dado más primacía a sus egos que a nuestras
demandas. No. Nos tranquilizamos ni nos serenamos. Ya no queremos.
Lo
que sí creemos, es más, estamos absolutamente seguros, es que ha llegado el
momento de que ustedes, sí, ustedes dejen de hacer el gandul y se pongan a
trabajar de una… vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario