miércoles, 10 de junio de 2015

DIARREA MENTAL




Cuando desperté no sabía dónde me encontraba, desde luego no parecía lugar de este mundo, a mi alrededor los libros bailaban haciéndome corro a los sones de una música que no ensordecía pero que todo lo inundaba; a un cambio de ritmo, el tomo veintiocho de la Enciclopedia empezó a menear sus páginas con frenesí pélvico digno del mejor rock; la música cambiaba sin solución de continuidad; cuando sonó el twist, la Ilíada y el Diccionario de la RAE (tomo A-F) se fundieron en un contoneo de contracubiertas espectacular. Pensé que tantas horas de biblioteca preparando oposiciones me pasaban factura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario